El mostrador de una librería según Lewis Buzbee...
"... Después de las rondas interminables poniéndolo todo en orden, levantando pesos y haciendo cálculos, el mostrador constituye un respiro. Y si tienes suerte, hay un alto taburete para ponerse cómodo. Además, tanto si la librería está en la isla de Alcatraz como en las Grand Teton o junto a la Ópera de San Francisco, suele haber siempre un escaparate en la entrada, un mirador a la calle por donde desfilan el mundo y la climatología, y el día mismo recorriendo con paso lento la curva de las horas y entrando suavemente en la tarde y luego en la noche. De ese mundo que gira sin parar procede el desfile compuesto por los clientes, por quienes no los son y quienes podrían serlo: la corriente inagotable del tráfico. Vuelves otra vez la cabeza y ahí tienes la librería, con sus novedades y sus éxitos de siempre, con sus islas de expositores y sus estrechos desfiladeros entre anaqueles. Para el cliente que echa un vistazo, la librería puede representar un recado más de un día de locos o un respiro entre tantas prisas. Pero para el librero la librería es el día, una extensión del tiempo y del espacio. Y entonces termina el período de calma y se aproxima un cliente."
Etiquetas: librerias
2 comentarios:
Hola Roberta, me ha encantado conocer tu blog. Está lleno de buenísimas recomendaciones literarias. Seguro que me dejo caer por aquí a menudo...
Un abrazo.
Hola Ingelmo,
Muchas gracias, yo acabo de conocer el tuyo y veo que tengo mucha lectura para este fin de semana.
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